Conoce como las universidades virtuales son parte de la nueva era digital y de formación
Las universidades virtuales, al igual que el resto de las instituciones de educación superior presenciales, se apoyan en cuatro grandes pilares:
- La producción del conocimiento, a través, principalmente, de la investigación.
- Su transmisión mediante la educación y la formación.
- Su difusión a través de las técnicas de la información y la comunicación.
- El uso de dichas técnicas en la innovación tecnológica.
La innovación que representan las tecnologías actuales y su adaptación en el área educativa brinda particularidades destacables, el cambio que representa la dinámica de alumno y profesor es importante el poder crear nuevas metodologías de enseñanzas y tenerlas al alcance de nuestra mano como lo es poseer accesos a bases de información extensas y diversas.
El romper la manera robótica y técnica poco practica de enseñanza habitual, crea nuevos enlaces en la formación del estudiante.
En España La UNED y la UOC ambas universidades a distancia fueron las pioneras en este campo, con unas aportaciones docentes y científicas muy relevantes, así como con un número de estudiantes especialmente significativo.
En su inicio las universidades virtuales tenían un solo objetivo implementar cursos a personas que no poseían las especializaciones en su país o el tiempo para acceder a una universidad presencial.
En la actualidad es un recurso invaluable para enfrentar una problemática de nivel social y educativo, la formación de manera virtual es otra herramienta que permite no se realice estimaciones de edad, religión o distancia para acceder a un título, accediendo a recursos de formación de manera continua y sin limitantes.
Parte de las enseñanzas presenciales además del tiempo que se debe invertir que no es flexible en su mayoría, se necesitan recursos económicos constantes entre otros.
Las ventajas de una formación virtual es que la misma además de ser constante es funcional, práctica y la formación on-line requiere, por definición, una visión activa del alumno en la evolución de su aprendizaje, motivo por el cual en ese contexto no han sido necesarios procesos especiales de transformación que huyeran de la clase magistral y de un enfoque exclusivamente conceptual. El profesor, en un entorno virtual, se convierte en el dinamizador y facilitador del proceso de aprendizaje de sus estudiantes, lo que le obliga a entenderlos, a acompañarlos en ese nuevo contexto formativo, mucho menos normativo y, por ello, más abierto y libre.
Para más información consultar el siguiente articulo: https://tecnologia-ciencia-educacion.com/index.php/TCE/article/view/82
